"Los padres cristianos son los primeros e insustituibles catequistas de sus hijos, habilitados para ello por el sacramento del Matrimonio" (Christifideles Laici 34).

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La parroquia Nuestra Señora de Loreto es pionera en la Catequesis Familiar en la Diócesis de Santo Tomé. A mediados de 1990 unas mamás catequistas sintieron la inquietud de hacer algo frente al estado de la catequesis: escasa participación de los padres (sólo para las reuniones previas a la celebración de los sacramentos), muy baja perseverancia tras la primera Comunión, ausencia de jóvenes y adultos en las misas, etc.

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Providencialmente encontraron los libros de Catequesis Familiar del P. Weichs, svd, que se utilizaban en Posadas con mons. Giaquinta, y entusiasmó su enfoque moderno y acorde a los documentos Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización, y Renovación de la Parroquia (de la CEA). Al conocer el método comprendieron lo positivo que podía resultar para evangelizar al núcleo familiar. 

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Catequesis Familiar

 

Se planteó la inquietud de comenzar la CF al Padre Ramón Almirón y posteriormente también al sr. Obispo de entonces mons. Alfonso Delgado, quien dio su autorización. Se comenzó con un grupo piloto de seis familias, guiado por el matrimonio de Edith y Ricardo Villacé del Barrio San Martín, en marzo de 1991. La animadora era Patricia Smiles.



La llegada de la comunidad de religiosas en 1992 permitió también la presentación de esta metodología a los catequistas de todas las parroquias e iniciar grupos en Santa Rita, San Juan Bautista y Villa Olivari, mediante el llamado dirigido a potenciales matrimonios guías y animadoras de niños, la presentación y ofrecimiento de la CF a los padres, la organización de convivencias, etc.



La CF es una respuesta a las necesidades reales de nuestro tiempo, pues la evangelización de las familias es una prioridad de la Iglesia, como recordó el papa Benedicto XVI en su visita a Valencia, con ocasión del Encuentro Mundial de las Familias en julio de 2006, y como han recordado los Obispos en el Documento de Aparecida, Brasil.



La CF tiene varias novedades que en realidad retrotraen a la vivencia de las primeras comunidades cristianas. En la CF los mismos padres convertidos son los catequistas de sus hijos. Los padres y madres se encuentran en su propio grupo para compartir, orar, leer la Palabra, recibir y dialogar la enseñanza del material, apoyarse en la tarea de catequizar a los hijos, etc. Esta reunión preferiblemente es en la casa de algún matrimonio del barrio y es animada por un matrimonio guía. Los padres primero reciben la Buena Noticia en comunidad o grupo, y se comprometen a hacerla vida. Luego se reúnen en casa con su hijo/a o ahijado/a para trabajar el material visto, que se hace vida en la semana. Días después los niños se reúnen con su animadora para celebrar grupalmente el paso dado. Por último, la animadora y el matrimonio guía se reúnen para cuidar pastoralmente el itinerario catequístico de ambos grupos (padres y niños), preparar la próxima reunión, etc.​